De un desastre a un descubrimiento

Últimamente estoy siguiendo varios blogs de cocina, que falta me hacen!

A ver, no es que cocine mal, llevo haciéndolo muchos años y mi comida se come, la gente repite y como investigo y demás, pues se sorprenden, pero mi problema es que no sé innovar yo sola, casi siempre, a no ser que sea con un ingrediente que vaya sobre seguro, necesito leer una receta y seguirla, igual le puedo cambiar algo que no pueda comer (tengo una larga lista de alimentos a los que soy intolerante, además de la leche, que ya de por sí te jode la mitad de las recetas, porque digan lo que digan la leche de soja no es lo mismo, está rico el plato final, pero no es lo mismo).

Así que bueno, para la comida de ayer me dio por intentarlo hacer un poco más sano y eso no había quien se lo comiese, hice una receta más o menos y todavía con la receta original podía ser peor (si cabe) eso lo digo yo, porque el pobre D. se lo comió todo en el trabajo y encima me dijo que no era para tanto, que a él no le había costado... madre mía sí que tendría hambre el chiquillo!

Intentaré aprender cosas porque a mí cocinar me gusta, no voy a mentir y decir que me pongo con una gran sonrisa, porque me suele dar pereza, pero una vez que me pongo, ya podría cocinar para toda la semana y tan feliz de la vida, así que bueno, ya os iré contando mis progresos.

Como el desastre de la comida fue tal, llegó la tarde y a parte de querer salir de casa a toda costa, tenía un hambre terrible, yo normalmente no ceno porque entonces me voy a la cama como un botijo, como mucho tomo algo de picar o un tazón de yogur con cereales (que después de leer lo de la yogurtera me ha entrado ganas de hacerlo con yogures de soja, que normalmente la leche está más rica que los yogures que venden por ahí, así que habrá que probar, pero en mi cocina no cabe ni un pequeño artilugio más, no me quiero imaginar una yogurtera, así que igual me animo que he leído que hay gente que los hace en el microondas... pero ese es tema aparte para otro día)

Total que D. leyó que había en la zona de las cañas (aquí hay zona de vinos, de cañas, de sidra y lo que les pongan por delante con tal de llenar la andorga) que había Amagüestu (en Galicia sé que se dice Magosto, en otros sitios ni idea) vaya, que como es la época de las castañas pues te ponen con tu cañita un cuenquito de castañas asadas, qué decir que le encantan y que quería ir a toda costa. Normalmente el Amagüestu no es la época entera de las castañas, si no el principio a modo de celebración, yo en el bar no lo había visto aún, pero al parecer hay que renovarse o morir.

Acabamos el día en la zona de las cañas, comiendo y bebiendo claro, de un bar a otro, una cañita, un té, castañas, unas brochetas de pollo que estaban para morirse con una vinagreta de miel y mostaza y otro cuenquito con una alioli de lima que no había probado en la vida y me encantó! Después ya en otro sitio, más cerveza, una tosta de cecina y queso de cabra (que ese sí que puedo, menos mal que está de moda) y unos chispis (medallones de solomillo crujiente) que estaban tan ricos que era pecado dejarlos en el plato!

Así que con ese gusto dulce que aún me queda de la noche de ayer, he venido aquí a contarlo, para el que quiera venir la próxima vez a tomarse una caña, ya sabe, está invitado!

Feliz fin de semana, a ver si este seguimos con la buena racha de sol, que el finde pasado justo el domingo se puso más tonto el día imposible...