12 noviembre, 2010

La habitación del pánico... digo, de los trastos.


Desde que llegamos a esta casa, siempre tuvimos el cuarto de los trastos.

Tenemos tres habitaciones, entonces desde el primer día tuvimos claras las preferencias, uno sería nuestro dormitorio, otro el del niño/a cuando viniese que de momento es el cuarto de mis padres y por último y donde metimos todas las cajas que estorbaban en el salón cuando vinieron a traer el sofá, que era el cuarto de los trastos.

Todo estaba claro y bien delimitado, si había alguna caja o algo que molestase en algún punto de la casa, no pasaba nada, se llevaba al cuarto de los trastos y de allí, pues ya se vería cuando salía.

Poco a poco fuimos quitando cosas, no os vayáis a creer que está como cuando llegamos a esta casa, que casi no se podía ni entrar en la habitación. Cuando nos trajeron el mueble del salón, lo llenamos con lo que había dentro de un montón de cajas que teníamos sin abrir, con las copas, la vajilla, etc.

Nosotros siempre tuvimos claro que no queríamos que el cuarto de los trastos se convirtiese en un cuarto de los tratos indefinido, de hecho siempre pensamos en poner un estudio en él. A parte de tener trastos tiene retales de la otra casa, tiene una mesa de ordenador, un sofá cama donde se deja la espalda mi hermana cada vez que viene a dormir, que cada vez entiendo más por qué viene menos... y alguna que otra estantería.

El problema vino cuando empecé a trabajar desde casa, está claro que mi lugar de trabajo es el cuarto de los trastos, y si no estaba claro, ya lo digo yo. No estoy incómoda aquí aunque aún me faltan muchas cosas por hacer, el problema es que a veces pienso que no tendremos sitio para abrir las cajas que nos quedan y no quiero que esta situación se vuelva indefinida, ya... ya sé que ya lo he dicho, pero por si acaso lo repito (es un poco para autoconvencerme de que esto cambiará)

Una de las cosas por las que quiero ir a Ikea, es para comprar estanterías donde poder poner todo lo que aún está en cajas, que en su mayoría son Cd´s y alguna que otra cosilla más, pero es que ahora miro a un lado y veo trastos, miro a otro y veo más trastos y cajas. El sofá cama está arrinconado porque no hay casi sitio para él y yo tampoco sé muy bien que hacer con todo lo que hay aquí.

¿Qué hago? ¿Tiro todo lo que tengo y empiezo de nuevo? ¿Busco la forma de poner lo que tengo y comprar lo que falta y que quede en armonía? Está claro, que es mi lugar de trabajo, donde pasaré bastantes horas al día y tengo que estar a gusto, pero es que no sé ni por donde empezar.

A veces pienso en poner el sofá en un sitio, otras no, sería mejor en este otro, yo creo que lo mejor es vaciarlo, aunque se me hace una tarea imposible, de cajas y ver los muebles que hay, colocarlos, y ya en base a eso pensar en poner más cosas o ver en donde los coloco... pero, me temo que será una de las tareas de mi lista que no haré pronto, porque cada vez que intento buscar un poco de espacio en esta habitación me dan los siete males!

No os hago foto, que me da vergüenza! así que imaginad hasta donde llegará la cosa, supongo que quien haya hecho una mudanza sabrá más o menos de que hablo, no creo que seamos los únicos en la tierra que hagan estas cosas.

Y... por si no lo sabíais, hoy hace buenísimo! así que espero que dure para el fin de semana y podamos salir a tomar el aire, que ya va siendo hora!

5 comentarios:

maba dijo...

tengo todo un bajo.. un bajo!!! igual que el tuyo.. lo peor es que por tener tengo hasta la ropa de invierno (sí, en mi armario aún está la del verano.. ni para eso tengo tiempo y voy siempre congelada!!)

no puedo evitarlo... cada cambio, cada etapa.. me estorba todo lo anterior.. por eso nunca veo el momento porque no me gusta tirar cosas.. pero tampoco las quiero ni las necesito..

besos

Angie dijo...

Yo hoy estoy decidida a evitar ponerme a hacer un trabajo de la uni... limpiando mi armario, que si, que si, que el trabajo lo voy a hacer también, pero por la noche que es cuando mas ideas me fluyen.

Y, cuidado con Ikea, que vas a por una cosa y sales llena de chorraditas varias que luego terminaran en la habitación de los trastos.

Besos

Anónimo dijo...

Yo hay días que me levanto y se que es el día de "Hacer limpieza", tiene que ser un día en el que no estés nostálgico para poder tirar casi todo sin pensar que es un recuerdo, es de valor sentimental, porque sino te ves como una enferma de diogenes más. Si haces esto seguro que te quedas con mucho hueco y un lugar donde trabajar cómodo y espacioso :)

Kat dijo...

Maba, madre mía un bajo!! yo tengo una habitación y ya me dan los 7 males... pero también porque la necesito, si no la necesitase para trabajar, ahí estaría todo muy bien colocadito!

Angie, al final fuimos a ikea y compramos poco la verdad, pero ya nos hemos quitado unas cuantas cajas más, ahora podemos decir que nos quedan cuatro cosas, el caso es que hacer con ellas...

Anna, pues me parece que a mí esos días no me vienen, yo soy un desastre para tirar cosas, y mira que con la mudanza tiramos y tiramos, en casa de mis padres igual, e incluso cuando abrimos una caja, tiramos cosas, pero no se le puede llamar día de limpieza a eso, pásame un poco de esa actitud que yo estoy deseando tirar!!!!

Besos a las tres!

Angie dijo...

Ah bueno, si son cuatro cosas... mientras no sean cuatro cosas a las que les tienes cariño...

Yo de tirar tengo una maestría, cuando quieras te tiro de to´