11 noviembre, 2010

Hablar sin escuchar... o ser escuchado


En ocasiones, tenemos la sensación de contar algo que carece de interés para quien está escuchando. A mí al menos me pasa, hablo y hablo y de repente me paro a pensar, pero... le interesará? claro está que la persona que tenemos en frente, si es de confianza igual nos lo dice (no estoy del todo segura, porque si a mí me cuentan algo con toda la ilusión del mundo, yo por si acaso escucho, porque a esa persona le hace ilusión) pero a veces, nos cuentan (y contamos cosas) que son especiales para nosotros y no pensamos en los demás.

En cambio a veces, pasa todo lo contrario, pensamos que no va a tener importancia pero sí que la tiene. Por ejemplo eso me pasó ayer a mí con el bálsamo labial, para mí es algo normal, me he acostumbrado a hacerlo, me gusta su textura y como deja los labios. Lo conté un poco de pasada porque creía que no tendría mayor repercusión, pero la ha tenido, os habéis interesado por la receta tanto por aquí como por el e-mail, y la verdad es que creo que merece la pena intentarlo. Yo los ingredientes los pido por internet, aunque si tenéis la suerte de tener alguna tienda cerca donde lo vendan pues eso que os ahorráis.

El otro día, sin embargo, me ocurrió todo lo contrario, aquí me pasa a veces, porque todo el mundo habla de Fernando Alonso (o en su defecto de Formula 1 pero porque corre Alonso, que por cierto, ¿se dice corre? bueno, lo que sea, conduce o como se diga) creo que queda más que claro que a mí la Formula 1 no me hace mucha gracia y la verdad es que no tengo mucha idea de las cosas. Vaya, que no me interesa lo más mínimo. Pues eso fue lo que ocurrió un día con mi cuñada, me radió la carrera que había sido esa misma mañana con pelos y señales, enterita de principio a fin... y yo claro, no sabía donde meterme...

En este caso, ¿Qué haces? ella sabe que no me gusta, que no la veo porque no quiero, no porque no pueda... y tampoco puedes seguir una conversación o decir algo porque no tienes ni idea. Es esos casos donde te quieres meter en la conversación, pero no puedes, ¿qué vas a decir? vaya, que si abres la boca o es para decir una obviedad o metes la pata seguro! Así que debí parecer una sosa monumental porque en toda la comida no abrí la boca.

Vosotros en estos casos, ¿lo decís? yo cuando es algo así y tengo confianza suelo decirlo, pero cuando ya lo has dicho y lo has repetido, pero siguen hablándote de lo mismo, ¿qué hacéis? ¿lo repetís? a mí es que no me gusta repetirme mucho y menos aún que parezca que no estoy haciendo ni puñetero caso a la conversación.

Cuando me pasa a mí, la verdad es que prefiero que me digan que no les interesa a darme cuenta de que estoy hablando para la pared y que en ese momento igual están pensando en lo que tienen que comprar para comer. O por ejemplo si lo que me cuentan es cualquier cosa con ilusión pues intento que me apetezca escucharlo, o al menos aconsejar, escuchar, seguir la conversación y no que parezca que me tienen que poner una cama porque me caigo redonda!

En fin, qué complicados somos a veces!

2 comentarios:

maba dijo...

a ver..

esa sensación de "le importará?" también la tengo yo.. el caso es que a veces nos emocionamos con algo y realmente a quien nos escucha le da igual o preferiría no estar allí pero por educación se calla..

lo que cuentas de tu cuñada.. no es que qeudes de sosa es que no pueden evitarlo.. están emocionadísimos con algo... es normal.. y aunque a una persona (a ti) no le interese... no son capaces de dejar el tema.. por lo que les motiva..

por un lado es injusto que estés "fuera" pero por otro es injusto que tengan que contener sus ganas porque a ti no te interese, no??

besos

Kat dijo...

No era eso lo que quería decir, yo entiendo que se emocionen y hablen de ello y no me parecería justo que no pudiesen hablar por mi culpa, el caso es que yo me siento mal ahí callada en un rincón.

También en este caso es que sólo hablaba conmigo, su marido y D. hablaban de otra cosa y yo claro, no estaba formando parte de su conversación porque no sabía que decir... dejándola hablar sola todo el rato.

Es como a veces que una amiga te pide consejo y no sabes muy bien que decirle y te sientes mal por ello, más o menos la sensación es la misma...

Besos Maba!