Cincuenta Sombras de Grey

Sí, lo sé... una más con el librito.

Eso también pensaba yo hasta que empecé a leerlo, consciente de que iba a ser un amasijo de cosas que igual no era capaz de digerir, sobretodo ahora que tengo los sentimientos a flor de piel y que apenas tengo tiempo para leer.

Es una mezcla de erotismo (aunque según el bombo que le dan a lo de novela erótica creía que iba a ser mucho más subidito de todo, claro que la gente es muy morbosa y las editoriales saben como vender) y sensualidad, creo que esa es la palabra, sensualidad por ver a Christian Grey, depravado, sexy, a los ojos de ella, incondicional, pase lo que pase... o quizás no?

Me fue enganchando no sé si por la trama, lo que esconde detrás, los pensamientos que se han ido agolpando en mi mente referente a un montón de temas (aunque parece mentira me ha hecho reflexionar) y sobretodo que llevaba mucho tiempo sin leer y han vuelto a mí esas ganas, esas ansias de acabar el libro, de ir pasando páginas, con su olor, con su sonido, de leer, de olvidarme de todo lo demás y solo estar nosotros. El libro y yo.

Cuando me lo recomendaron no hice caso, lo aparté en un rincón, le di esquinazo y sobretodo no le di una simple oportunidad de abrir la tapa, para qué? si total será un bestseller más, quizás algo parecido que ya haya leido amtes, pero un día de aburrimieto me dio por abrirlo y ahí empezó mi perdición.

Y ya digo que no soy objetiva, no digo que el libro sea bueno o sea malo, creo que es una opinión personal que se debe forjar cada uno, también he dicho más veces que no me gustaba recomendar libros, por eso esto no es una recomendación, es simplemento contaros mi reacción, porque esta trilogía ha sido mi vía de escape y la verdad, me ha venido genial.

Empezaremos septiembre con energías renovadas!

Golpes en la cabeza

Si hay algo que odio de la maternidad es eso, los golpes.

No hay quien pueda con él, va de un lado a otro, gateando, se levanta, es imposible seguirle al milímetro y mucho más quitarle todo lo que pueda tener a su alcance, sobretodo porque si no, no aprende y parece ser que los golpes formar parte de su aprendizaje.

Hoy se ha dado un golpe en la cabeza y los odio con todas mis ganas! no sé si por todo el rollo que te cuentan que si se da un golpe no puede dormir, que hay que vigilarlo, etc, etc, pero tampoco te cuentan cómo ha de ser la gravedad del golpe para tomar todas esas precauciones.

Te dicen que vigiles durante 24 horas (quien se pueda mantener despierto todo ese rato, claro está) que no esté aletargado, somnoliento (es un bebé, ¿qué bebé va a pasar 24 sin estar somnoliento?) que no le salga líquido por nariz ni orejas (vamos, con eso no hace falta que se de un golpe, creo que cualquier niño que le pase eso sus padres irían corriendo a urgencias con él), en fin, un montón de cosas que, algunas pueden pasar porque pasan en tu día a día y otras pues es que como pasen te vas echando leches a cualquier centro de salud y pides que te atiendan inmediatamente.

El golpe de hoy ha sido con la mesilla de la habitación en la frente cerca de la ceja, fruto de no estar colocada en su lugar por culpa de la mudanza y tenerlo todo patas arriba, al principio tenía un poco de marca en la frente que parece que ya no está o de repente le saldrá un bonito chichón y yo, pues como tonta mirando como duerme y haciéndole cosquillas en los pies para que no duerma demasiado, cosa que seguro que en otro momento estoy deseando que duerma todo lo que pueda y más.

En fin, parece que de estas me quedan muchas porque aún no camina y si ya gateando se ha pegado unas cuantas no quiero ni imaginarme cuando corretee pasillo arriba con sus piececitos, que alguien me de paciencia!

Volver...

De repente una mañana te despiertas y todo ha cambiado.

Aunque en nuestro caso no fue fruto de una mañana, pero sí que fue todo muy rápido, dimos vueltas y vueltas en un carrusel y de repente cuando se paró, estábamos aquí.

Hace un poco más de un mes nos mudamos, ya no vivimos en el norte con el fresquito y los campos verdes, ahora vivimos en Madrid, con el calor y los días de sol que alegran la vida y hacen las horas más largas y aprovechables.

Una mañana D. se despertó diciendo que no estaba agusto en su trabajo, no se sentía valorado ni con manera de progresar, así que se puso manos a la obra y a buscar ofertas, como allí no es que fuese muy amplio el abanico, por probar y de momento sólo para tantear echó unas cuantas en Madrid.

Cual fue nuestra sorpresa que tuvo que rechazar 3 cuando ya por fin se decidió a hacer una entrevista en Madrid, total, prepara maleta (que seguro que alguien aún recuerda por aquí lo poco que me gusta hacer maletas) coge al peque con todas sus cosas imprescindibles (o que nosotros hacemos imprescindibles, mejor dicho) y pon rumbo a la capital.

El mismo día que hizo la entrevista le ofrecieron el trabajo unas horas después, así que ahí de repente cambió todo. Cuando ya teníamos todo allí, guadería, piso, una vida más o menos cómoda decidimos darle la vuelta a la tortilla y cambiar de lugar.

Ahora estamos asentándonos, pintando un piso que hemos alquilado con el que estamos encantados, deshaciendo cajas y haciendo planes de una vida nueva, porque al fin y al cabo, da igual donde estemos mientras estemos felices y juntos, aunque como todo en esta vida, se echa de menos a las personas que vas dejando atrás, en otros lugar donde viviste otras vidas, pero siempre con la esperanza y fiel promesa que volverás pronto, aunque esta vez sólo sea de visita.

Así que como este blog siempre empieza en las vidas nuevas (lo abrí cuando me quedé en el paro y desde entonces han cambiado muchísimas cosas) volvemos a iniciar, calentamos motores, desempolvamos el blog y lo dicho, os espero de nuevo a todos, con aires un poco más calentitos pero con estos días de sol que me encantan ;)